martes, 20 de octubre de 2009

El niño que miente



El niño suele mentir como resultado de un sentimiento de frustración.
Hasta los 4 años, el niño suele comportarse con el fin de complacer a los padres; de ahí, que el realizar algo que se sabe no va a gustar, se omite, no se cuenta.
Es alrededor de los 6-7 años, cuando el niño ya tiene conciencia de haber mentido y se siente mal por ello, aunque no se le haya descubierto.

Razones por las que un niño suele mentir

- por imitar a los adultos: El niño se da cuenta que los adultos mienten cuando les interesa:
- para complacer a alguien
- para no hacerle daño,... Para el niño esto se va a ir convirtiendo en algo natural, que cree poder utilizar a su conveniencia tal y como ha observado en los demás.
- por predisposición en su personalidad: encontraremos diferentes reacciones según el carácter del niño. Si es tímido o si es un niño con muchos miedos, lo que hará será negar las cosas. El niño exaltado, las exagerará. Precisarán diferente trabajo terapéutico:
- al niño tímido se le estimulará más, se hablará con él para que al "conocer" esas cosas que le producen tanto miedo se sienta con más dominio sobre ellas.
- al niño exaltado se le intentará relajar mediante ejercicios de descarga psicomotriz o mediante alguna actividad deportiva; y se atenderá con detalle a sus fantasías, haciéndole ver que no son más que eso o que sólo una parte de éstas se ajustan verdaderamente al mundo real.
- para llamar la atención, pues se siente poco atendido: la mentira más frecuente suele ser el inventar una dolencia (se trata de algo diferente a los trastornos psicosomáticos, pues aquí el niño en realidad no sufre enfermedad alguna). Los padres deberán intentar dar al niño el afecto que reclama y dedicarle más tiempo.
- para evitar un castigo: la mayoría de las mentiras vienen producidas por este miedo. Suele responder a unos padres demasiado rígidos y moralizadores, y a un hijo con miedo de perder el amor de éstos. Es conveniente averiguar qué imagen tienen estos hijos de los padres, pues a veces es muy distinta de la que creemos.
- por vanidad o "chulería": generalmente se produce porque el niño quiere agradar a los padres, sabiendo cuánto valoran éstos las apariencias.
- por no tener la capacidad de distinguir entre lo real y lo imaginario: este caso precisa de psicoterapia, ya que este tipo de niños no tienen conciencia de que están mintiendo; significa que está anclado en fases anteriores de su desarrollo o que está perdiendo contacto con la realidad.

De acuerdo a las capacidades evolutivas del niño, es conveniente buscar la manera de enseñarle sobre la honestidad, a identificar lo real de lo imaginado,... y sobre todo, intentar ser un buen ejemplo.
Se felicitará siempre la veracidad de lo explicado, y una vez el niño miente , antes que reñirle, es necesario averiguar los motivos que le han llevado a mentir.



2 comentarios:

  1. ¡Hola chic@s!

    Yo quisiera comentar el hecho de que los niños mienten ante falta de atención. Yo creo que es algo que usamos frecuentemente, ¿no? Cuando el niño coje una "pataleta" o dice que le duele la tripa y después esta jugando como un loco con sus amigos, nosotros decimos: "quiere llamar la atención".

    En mi opinión este problema está muy extendido. Padres que pasan muchas horas fuera de su casa y no atienden al niño todo lo que deseara. Por ello, los padres deben intentar compaginar su tiempo con el familiar, ya que los niños muestran carencias afectivas que les afectan en su desarrollo.

    Izamar

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  2. Es muy importante que les enseñemos a los niños lo que está bien y lo que está mal, que los niños sean honestos desde pequeñitos y que sepan el por qué de un "mentira piadosa" ya que los padres suelen acudir mucho a decir eso, ya que como dice en el texto, los adultos son los primeros que mienten!!
    Me gusta mucho tu comentario Izamar! Los niños muchas veces mienten para llamar la atención, y es curioso lo malas que son esas mentiras la mayoría de las veces!!! Y es muy típico en los niños que pasan mucho tiempo sin los padres, y precisan de su atención!!!

    María Román Barraso. (1º Primaria)

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